Tendencias y patrones de agresiones a periodistas
Documenta ONG 155 agresiones contra periodistas… por teleSUR_tv
México fue señalado desde el 2006 como uno de los países más peligrosos para ejercer el periodismo. A 5 años después de que los focos rojos se prendieran sobre los atentados contra las y los comunicadores en México por ejercer su libertad de expresión y la gravedad de la situación, -ya que esto atenta no solo de forma individual a las y los periodistas sino también el derecho a la ciudadanía a recibir información-, y muy a pesar de las recomendaciones de mecanismos Convencionales y no Convencionales, de las llamadas de organizaciones nacionales e internacionales, las agresiones a periodistas persisten y hasta registran un incremento.
La CNDH habla de 65 casos de asesinatos a periodistas desde 2000. Podemos ver que en casos como en el estado de Tamaulipas los asesinatos llegaron a un nivel crítico donde se reportaron 8 asesinatos de 2000 a 2006 y desde entonces resulta difícil documentar las agresiones en dicha entidad. Las amenazas son tales que prefieren guardar silencio de los hechos para no sufrir las futuras represalias.
Cuestión de análisis es también el incremento en la seriedad del tipo de agresiones contra periodistas y medios de comunicación, ya que lo que se considera como violaciones graves, como lo son asesinatos, desapariciones y ataques con granadas y armas de fuego a medios de comunicación, han ido en aumento. Durante 2009 se registraron 11 asesinatos, 1 desaparición y 25 agresiones contra medios de comunicación. Mientras que para 2010 8 asesinatos, 1 desaparición y 24 agresiones en contra de medios, pero la diferencia se encuentra en que las agresiones contra medios fueron más violentas: para 2010 13 fueron con granadas o con armas de fuego, en contraste de 5 respecto al 2009.
Destaca el fenómeno de la desaparición a periodistas en México, que no es comparable a nivel mundial. Contabilizamos 10 personas desaparecidas desde 2003. 80% de estas desapariciones tuvieron lugar en la presente Administración y es el estado de Michoacán el que congrega 4 de estas desapariciones. Recientemente, el Grupo de Trabajo sobre Desapariciones Forzadas o Involuntarias visitó México y determinó incluir a las y los periodistas como un grupo en particular vulnerabilidad.
Otro factor prevaleciente es la impunidad de los crímenes en contra de periodistas. El informe presentado por el Estado ante el Comité de Derechos Humanos de las Naciones Unidas en el marco de su revisión periódica en 2009, establece que a esta fecha sólo se había dictado sentencia condenatoria en un caso. Según el índice de impunidad del Comité para la Protección de los Periodistas (CPJ) es el tercer año consecutivo en el cuál el índice aumenta, lo que significa que 0.121 asesinatos de periodistas no resueltos por cada millón de habitantes . La respuesta del Estado para investigar y sancionar los crímenes en contra de periodistas en 2006 fue la creación de la Fiscalía Especial para la Atención de Delitos cometidos contra Periodistas por Decreto Presidencial , misma que aunque cambió de nombre a la Fiscalía Especial de delitos en contra de la Libertad de Expresión, conservó sus acotadas facultades en las que se ha excusado la deficiente investigación de los casos.
A pesar de que se ha señalado al crimen organizado como la “principal amenaza a derechos de periodistas” se han documentado un vasto número de agresiones por parte de funcionarios públicos.En 2009 podemos observar que perpetraron el 65% de las agresiones documentadas mientras que para el 2010 fue del 49% del total de las agresiones. Y son las fuerzas de Seguridad quienes más agreden 2009 38.98% (95) mientras que en 2010 37.57% (59).
Llama la atención que en 2009 y 2010 es en los meses de junio y julio donde se registran la mayor parte de la agresiones, y la tendencia para este año refleja algo similar. En 2010 3 asesinatos y 6 ataques contra medios se registraron, mientras que la tendencia de agresiones este año es similar.
Las agresiones en contra de periodistas con motivo de su labor son un atentado contra la libertad de expresión, y por ello es un problema que nos aqueja como sociedad. Ante el panorama que enfrentamos ¿Qué detiene al Estado mexicano para cumplir con sus obligaciones en derechos humanos de prevenir las agresiones, desapariciones y asesinatos en contra de periodistas, y de investigar y sancionar a los responsables? Es inminente la necesidad de plantearse en los medios de comunicación la adopción de protocolos de seguridad, sobre todo en zonas de riesgo, para así poder implementar medidas de autoprotección que promuevan la salvaguarda de la integridad física de las personas. Las y los periodistas deben anteponer la seguridad y ver por sus intereses comunes más allá de las diferencias, y las organizaciones que promueven y defienden la libertad de prensa y expresión continuar documentando las agresiones, denunciar y acompañar al gremio periodístico y vigilar las acciones y políticas del Estado. Revertir estos patrones y tendencias no es una labor sencilla pero resulta urgente trabajar de manera conjunta para garantizar el libre flujo de información. Una sociedad sin información no es libre.
Texto escrito por Omar Rábago Vital Oficial Adjunto responsable del Programa de Protección a Periodistas y Libertad de Expresión sobre Libertad de Expresión de ARTÍCULO19 @rabanovengador