¿Comunicación o Propaganda 2.0?
La presentación de las cuentas de Twitter del gabinete del Presidente Felipe Calderón es el más reciente anuncio (formal o informal) de ajustes a la estrategia de comunicación de la oficina de la Presidencia. El nombramiento de una vocería en materia de seguridad nacional, así como la desaparición por arte de magia de la palabra “guerra” del discurso oficial de gobierno, son algunos ejemplos de ello. Nada más necesario para incentivar la discusión pública. Ciudadanos y ciudadanas comunes requieren y demandan, hoy más que nunca, mayor cantidad y calidad de información.
La coordinadora de comunicación social de la presidencia, Alejandra Sota, explicó que el lanzamiento «responde a la necesidad de actualizarse para tener un contacto sin intermediarios entre el gobierno de Felipe Calderón y los ciudadanos».
Sin embargo las estadísticas oficiales sobre accesibilidad y penetración de internet en México, dejan claro que el contacto que plantea la Presidencia de la República está dirigido a una minoría que usa las tecnologías de la información y la comunicación. ¿También tendrá contacto con el resto de los ciudadanos que no las usan? ¿Cuál será la estrategia para lograr comunicarse con los grupos históricamente marginados?
La coordinadora de comunicación social de la Presidencia también explicó que, “es un proyecto basado en el compromiso con la innovación, pero principalmente con la transparencia, con el derecho de los mexicanos a saber y con su obligación de preguntar, de informarse, de debatir y proponer».
Queda claro que esta frase es uno de los mensajes prefabricados de la estrategia de comunicación para el lanzamiento del nuevo sitio y las cuentas de Twitter. La Presidencia podría aportar mucho más a la transparencia atendiendo los temas urgentes en la materia. Durante el sexenio del Presidente Felipe Calderón el derecho de acceso a la información está bajo riesgo debido a una serie de acciones y decisiones de su administración. Si en verdad existe un compromiso con la transparencia no debería desperdiciarlo enviando mensajes en 140 caracteres.
Al revisar las cuentas de Twitter y los blogs nos damos cuenta que la “comunicación digital” que propone Presidencia no es otra cosa que la extensión a otros ámbitos de la antigua estrategia. Es decir, una comunicación unidireccional y meramente publicitaria, por no decir propagandística. Simplemente no existe posibilidad de interactuar en Twitter porque el gabinete sólo lo utiliza para enviar resúmenes en 140 caracteres de los comunicados de prensa de sus instituciones. En los blogs no existe la posibilidad de escribir comentarios.
Pareciera que el objetivo no es comunicar o comunicarse con los ciudadanos, sino recetarles en una sola dosis los argumentos que habrán de convencerlos de la eficacia de la presente administración.
Sería un despropósito pensar que los secretarios deberían estas dedicados a contestar menciones en Twitter o comentarios en sus respectivos blogs, pero al igual que en el actual sistema político, simplemente no existen mecanismos efectivos para la interacción entre gobernantes y ciudadanos.
No es necesario transladar la discusión pública a un espacio restringido para muchos como lo es Twitter. Tampoco se necesita un presidente o secretarios de Estado tuiteros, lo que urge es un gobierno abierto, transparente y que esté atento y sea respetuoso de la crítica. Ni más ni menos.