Periodista de Reynosa, beneficiario de Mecanismo, recibe amenaza en su domicilio
Ciudad de México, a 5 de febrero de 2020.- El pasado 30 de enero Jesús Humberto González, reportero de La Tarde, recibió un mensaje intimidatorio por sujetos desconocidos en su domicilio en Reynosa, Tamaulipas. Dos días después, la Guardia Nacional le detuvo en sus coberturas. Estos hechos se dan en el marco de una serie de agresiones que tanto el periodista como el medio donde labora reportaron a ARTICLE 19, resaltando los riesgos de cubrir la fuente policial y de seguridad en Tamaulipas.
Las agresiones contra La Tarde de Reynosa se reactivaron a finales del año pasado. El 25 de diciembre de 2020 Hildebrando Deándar Ayala, director del medio, fue víctima de suplantación de identidad vía telefónica. Perdió el uso de su número telefónico y aunque pudo recuperar los servicios de telefonía a los pocos días, su cuenta de WhatsApp fue utilizada por un sujeto desconocido por varias semanas. La persona sin identificar en ocasiones respondió a mensajes haciéndose pasar por Déandar, hecho que confirmó ARTICLE 19 al iniciar una conversación con el número de teléfono en cuestión. Sin embargo, también en ocasiones optó por responder diciendo que el periodista se había suicidado.
Por su parte, Jesús Humberto González reportó a ARTICLE 19 que han identificado vigilancia tanto en las oficinas del medio como en su domicilio particular. Según su testimonio, el 18 de enero sujetos desconocidos en un automóvil blanco marca Toyota tomaron fotografías de las oficinas de La Tarde. Un día después, un vehículo del mismo color y marca fue avistado afuera del domicilio de González, por el encargado de vigilancia de la colonia.
En entrevista con ARTICLE 19, Jesús Humberto González relató sobre el riesgo que vive tanto en coberturas como inclusive en su propio domicilio. El sábado 30 de enero por la noche el reportero arribó a su domicilio cuando encontró un mensaje: “Llegué a mi casa, y ahí en el portón había una hoja de papel blanco, estaba atorada. Me bajé a ver, y vi que tenía un mensaje así en pluma: Te estás pasando cabrón” [sic].
Dos días después, el 2 de febrero, tras una situación de violencia en el municipio, el reportero llegó a cubrir el fallecimiento de una víctima colateral. La zona estaba acordonada y el periodista se mantuvo al margen de esta. González quiso preguntar sobre el estado de la víctima, pero fue recibido con insultos por parte de la Policía Estatal. En eso, elementos de la Guardia Nacional arribaron a la zona: “A ver, ¡muéstrame tu credencial, si no no puedes sacar fotografías!”
El periodista respondió que en acorde a la normativa mexicana él no estaba obligado a portar una identificación como prensa, y que las autoridades deben permitirle hacer su trabajo por ser información de carácter público. En respuesta, un elemento de la Guardia Nacional le empujó con su arma, obligándolo a retroceder. Afortunadamente más periodistas arribaron a la zona y los elementos de la Guardia Nacional se retiraron.
Después de las agresiones, Jesús González, beneficiario del Mecanismo de Protección a Personas Defensoras y Periodistas desde el 2018, reportó que no ha habido una respuesta pronta de las autoridades: “No siempre funciona o contestan al botón de pánico, y mis contactos otorgados por las autoridades pueden tardar horas en responder.” El periodista también recalcó que a finales del año pasado solicitó como medida cámaras de seguridad en su domicilio, las cuales el Mecanismo rechazó.
Si bien las agresiones mencionadas en la alerta son recientes, la violencia contra la prensa no es ajena al periodista. González es uno de cuatro periodistas quienes relatan su historia en el documental Mensaje Interrrumpido. En éste, el periodista cuenta su historia de cómo el 11 de mayo del 2018, después de cubrir la noticia de unos cuerpos desmembrados, varios hombres armados lo despojaron de sus pertenencias, le privaron de su libertad y le golpearon por más de ocho horas.
Casos como el de Jesús Humberto González, y La Tarde de Reynosa demuestran la grave situación que vive la prensa en el estado de Tamaulipas, particularmente en municipios como Reynosa. En un estado donde las agresiones vienen tanto por posibles elementos del crimen organizado como de las autoridades, se genera un clima de autocensura por miedo a recibir amenazas, ataques o a ser asesinado. Al respecto, la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) publicó su informe ZONAS SILENCIADAS: Regiones de alta peligrosidad para ejercer la libertad de expresión, en el cual resalta que a lo largo de la última década Tamaulipas ha sido definida como una “zona de silencio”.
ARTICLE 19 reitera que en acorde a los estándares interamericanos de derechos humanos así como la normativa constitucional es menester de las autoridades garantizar que el ejercicio del periodismo y en general el ejercicio del derecho a la libertad de expresión se pueda realizar de forma libre y sin violencia permitiendo la existencia de sociedades informadas.
De la misma forma, recuerda que, según los criterios definidos por la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN): El periodismo debe calificarse desde una «perspectiva funcional» que atienda a las actividades que comprende y el propósito al que sirve. Por tanto, para acreditar la calidad de periodista no es necesario pertenecer a un medio de comunicación o presentar un título profesional
En vista de lo anterior ARTICLE 19:
- Urge al Mecanismo de Protección a Personas Defensoras y Periodistas a mejorar su comunicación, así como los servicios de protección contratados, para dar apoyo a periodistas como Jesús Humberto González.
- Llama a la Guardia Nacional a respetar la normativa en materia de derecho a la libertad de expresión y de acceso a la información. Llama también a que, en acorde a sus funciones de investigación interna, se investiguen los hechos ocurridos el 2 de febrero y se capacite a su personal en materia de derechos humanos.
- Pide también al Gobierno de Tamaulipas, y al Gobierno del Municipio de Reynosa, poner en marcha medidas urgentes para garantizar la protección de la vida y la integridad de periodistas, así como generar políticas públicas para prevenir un escalamiento de agresiones contra la prensa.
Nota para prensa
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