Disonancia: voces en disputa, el informe anual 2019 de ARTICLE 19
Ciudad de México, a 26 de mayo de 2020.- La disputa por la palabra en un contexto de tonos contrapruestos ha potenciado la disonancia del entorno: la tensión entre las voces que asumen la política como dogma, las que ya no saben de dónde viene o cuál es la verdad y todas las que quieren hacerse escuchar. Frente a este panorama, ARTICLE 19 Oficina para México y Centroamérica publica su informe anual 2019, Disonancia: voces en disputa.
La información se ha vuelto un bien codiciado al que ahora tiene acceso un sinnúmero de personas gracias a la era digital. Las tecnologías de la información nos han permitido identificarnos con las realidades de aquellos que se encuentran al otro lado de las fronteras. Nos hemos asumido como parte de una comunidad global que afronta batallas y amenazas similares. Hemos empatizado con quienes no hablan nuestro idioma, pero que pueden expresar el dolor y el terror igual que nosotras y nosotros. Hemos atestiguado en tiempo real la atrocidad, la represión y la podredumbre de gobiernos corruptos e impunes que sólo piensan en sí mismos y no en su pueblo. Algunas personas hemos asumido que los gobiernos no cambian ni se transforman, las sociedades sí.
Ese bien, que históricamente se había racionado y utilizado de manera discriminatoria en México, por el cual 47 periodistas fueron asesinados durante el sexenio de Enrique Peña Nieto y se gastaron más de 60 000 millones de pesos en publicidad oficial, nos otorgó el poder de exigir un cambio.
Pero en 2019, más que en ningun otro momento, la información siguió siendo el objeto de la guerra, el valor de la disputa. Este año, las prácticas para controlarla desde los polos o las élites se reflejaron en el incremento de las agresiones contra periodistas, con el mayor número en la historia, 609 en un año; en el discurso que estigmatiza y busca despojar a la prensa de sus lectores y sus audiencias; en las redes que vomitan el odio y la discriminación con desinformación hacia los más vulnerables o en las conferencias mañaneras que se han convertido en la palestra, el púlpito o la tribuna del gobernante en turno para corromper la agenda y fijar los términos del debate público.
Es cierto, hay más voces, pero no hay diálogo: hay disonancia. Las expresiones se repelen, chocan y se rechazan entre sí. Los pensamientos de unos y otros son incompatibles y existe una tensión constante entre las ideas, las creencias y las emociones. No hay lugar para el disenso, ni para la crítica. La diferencia, en este sexenio, radica en que esto no sólo sucede entre el gobierno y la ciudadanía, sino en la misma sociedad, que se confronta.
Cada voz habla desde su propio mundo y se aparta, poco a poco, de los otros. Nos polarizamos, creyendo que los que nos escuchan son los que existen. Así, omitimos a aquellos a los que, decididamente, hemos dejado de escuchar.
Disonancia: voces en disputa busca reflejar la tensión entre las distintas voces y la imposibilidad de escuchar aquellas otras expresiones que siguen luchando por ser escuchadas. En este informe, buscamos dar cuenta de los efectos de la polarización del pensamiento y de la necesidad de observar las distintas aristas de una creencia.
También señalamos en este informe de 2019 lo que, en el marco del gobierno de Andrés Manuel López Obrador ha cambiado para bien o para mal. Además, descubrimos nuevas tendencias que marcan la diferencia con el sexenio anterior y reestablecen el panorama de la libertad de expresión y el derecho a la información, pues suponen nuevos análisis y aproximaciones. Finalmente, tocamos aquello que, a pesar del discurso, sigue igual y no parece que vaya a ser diferente.
En el capítulo de introducción ponemos de relieve “lo bueno”, “lo malo” y “lo feo” de este 2019. En él se sitúa el estado de la libertad de expresión a nivel mundial, con enfásis en la corrupción, la impunidad y la desigualdad mexicanas, que de no revertirse harán imposible cualquier transformación. En el capítulo “El periodismo entre la estigmatización y la desidia” advertimos sobre la violencia contra la prensa, que lejos de abatirse, se intensifica y que, incluso, se normaliza. Además, damos cuenta de la eficacia del discurso presidencial para deslegitimar y nulificar al periodismo a través del estigma y de los efectos que sus palabras tienen en la violencia y la impunidad.
En el capítulo 2 de “Las tendencias en 2019”, advertimos sobre aquello que nos permite identificar el camino de los próximos cinco años:1) El acceso a la información pública se ha centralizado en la Presidencia de la República y no ha mejorado, mantiene las tendencias del sexenio anterior 2) La transparencia es selectiva y discriminatoria, los pobres siguen sin ser los primeros. 3) Las designaciones públicas siguen respondiendo a los deseos del partido en el poder y están lejos de garantizar autonomías y contrapesos. 4) Las conferencias mañaneras del presidente son una forma de propaganda y de definir el terreno del debate público, no son un mecanismo de información o de rendición de cuentas. 5) El reconocimiento de las atrocidades del pasado es algo importante, pero no es justicia completa ni absuelve al Estado de su deber de recordar. 6) La desinformación está haciendo de México un país intolerante a la diversidad y está generando efectos adversos en contra de las poblaciones más vulnerables, principalmente la migrante. 7) Las mujeres tomaron las calles porque nadie escuchó e hizo nada: ahora es tiempo de la desobediencia cívica. Luego, en el tercer capítulo, “Los voces en el espacio digital”, damos cuenta de la forma en que las redes sociales se convertieron rápidamente en un pilar de comunicación del gobierno de Andrés Manuel López Obrador, así como de las nuevas formas de censura que surgen en la era digital. Finalmente, cerramos con una serie de conclusiones que nos permiten identificar los tonos de la disonancia.
Nota para prensa
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