Ciudad de México 3 de febrero de 2023.- El año 2022 concluyó con la persistencia de los ataques contra el ejercicio de la libertad de expresión y en particular contra las y los periodistas que por el hecho de ejercer su labor de investigar e informar, son objeto de persecución y asesinatos.
En el informe Clasificación de la Libertad de Prensa 2022, de Reporteros Sin Fronteras, Nicaragua se ubica en el puesto 160 de 180 países analizados, mientras que Guatemala y El Salvador están en el 124 y 112, respectivamente. De todo el subcontinente, el peor calificado es Honduras, en el puesto 165.
Además del amedrentamiento físico y el discurso estigmatizante destacan dos estrategias de los gobiernos autoritarios: el acoso legal y el digital. Es de destacar que estos gobiernos, ante el avance de estándares internacionales y nacionales, y la presión y supervisión que se activan en la comunidad internacional, se han visto obligados a simular que defienden los principios democráticos y la libertad de expresión. Aun los gobiernos dictatoriales como en el caso de Cuba y Nicaragua se ven obligados a dar legitimidad legal a sus acciones represivas. De ahí la emisión de leyes que justifican las agresiones. Y, en el caso del acoso digital, la construcción de estrategias que, desde las sombras y el anonimato, buscan la muerte moral de las voces críticas e independientes.
El abanico de agresiones va cobrando formas que responden al grado de autoritarismo y simulación que requiere cada gobierno nacional para sostenerse en el poder y crear su propia narrativa autojustificatoria. En Guatemala y El Salvador la captura progresiva del poder judicial y legislativo es un elemento clave del modelo autoritario. En el caso de Nicaragua y Cuba no existe división de poderes y la persecución es abierta, argumentando la defensa de “su” soberanía y considerando cualquier crítica como una amenaza contra “la revolución” o “contra el Estado”. El Estado se ha constituido en torno a los intereses de una élite político-militar o de una familia. Pensar diferente, informar, develar situaciones de corrupción, defender los derechos humanos, entran automáticamente en esas categorías de amenazas.
En Guatemala, con la ayuda de la ONU, se logró una experiencia que buscaba, justamente, afirmar la independencia y profesionalismo del poder judicial como un requisito básico para construir un Estado de Derecho, a través de la Comisión Internacional contra la Impunidad en Guatemala (CICIG). Todo lo que se avanzó se ha venido desmantelando sistemáticamente usando a personas dentro del mismo poder judicial. Al tiempo que se va arrinconando al periodismo independiente.
En Honduras el ejercicio de gobierno no se ha traducido en una alianza consistente con la sociedad organizada para construir nuevas bases para una administración pública abierta y transparente, sino que siguen predominando los poderes fácticos que, tanto en lo local como a nivel nacional, son factores que inhiben la libertad de expresión.
En El Salvador, el estilo personal del presidente ha generado un caudillismo mediático y mercadológico que busca unificar los poderes del Estado en torno a ese poder unipersonal, inhibiendo los contrapesos y calificando a cualquier voz crítica como aliados del enemigo interno personificado en las pandillas.
El debilitamiento institucional ha llevado a que las elecciones, el acto ciudadano más básico del andamiaje democrático, se desdibuje y sea nulificado en la práctica, manipulado a través de la mercadotecnia política y la compra del voto, o se vea marcado por el desencanto y el abstencionismo, que según las diversas elecciones ronda entre 40% y 70% en los países de la región, teniendo el caso de Nicaragua que en la última elección alcanzó el 83%.
El año 2022 confirma que, mientras no se recuperen los arreglos institucionales de lo que podríamos llamar el andamiaje básico de la democracia, no habrá garantías para los pilares de ese andamiaje: elecciones libres y transparentes; división de poderes y contrapesos ciudadanos; libertad de expresión y libertad de asociación.
Hacia finales del año diversos informes y reportes de organizaciones de cada país han hecho un recuento de lo sucedido durante 2022.
Recorramos lo más relevante de lo sucedido este trimestre en cada país.
Nota para prensa
Para más información, favor de escribir a comunicacion@article19.org
ARTICLE 19 es una organización independiente de Derechos Humanos que trabaja alrededor del mundo para proteger y promover el derecho a la libertad de expresión. Toma su nombre del Artículo 19 de la Declaración Universal de los Derechos Humanos, la cual garantiza la libertad de expresión.
