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Los estados de Baja California Sur, Chihuahua, Coahuila, Nuevo León, Tamaulipas, Durango, Zacatecas, San Luis Potosí, Aguascalientes, Jalisco, Michoacán, Guanajuato, Tabasco, Campeche, Quintana Roo y Yucatán pasaron al color naranja del Semáforo Epidemiológico, desde el 15 de junio. Gradualmente, otros estados van pasando a esta etapa, y algunas actividades se van reanudando mientras se sigue evitando la concentración de personas en lugares públicos.

No es un simple cambio de color, sino una referencia a relación entre la ocupación hospitalaria y su disponibilidad para futuros casos.

Al 1 de julio, las cifras oficiales contabilizan 231,770 casos positivos de contagio por COVID-19 y 28,510 defunciones.

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Del rumor al incendio
 Isabel Mateos

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Las Rosas, Chiapas.- Pobladores de algunos de los barrios del municipio de Las Rosas destruyeron inmobiliario del hospital Comunitario, incendiaron una ambulancia y prendieron fuego a algunas de las oficinas de la Presidencia Municipal, después de que, por la madrugada trabajadores de la Secretaría de Salud acudieran a realizar fumigaciones en las calles contra el Dengue. Una situación similar se presentó en el municipio vecino Venustiano Carranza la semana pasada, donde el pueblo en protesta destruyó parte de la presidencia municipal.

En las comunidades han corrido rumores de que «se enferma» a la gente de Coronavirus con las sustancias de fumigación, que con drones o avionetas se propaga dicho virus o que si uno acude a las clínicas especializadas para atender a personas con síntomas de COVID-19, son inyectados de forma letal. Los representantes de los diferentes barrios, días atrás exigieron al presidente municipal que no se realizarán las tareas de fumigación en su comunidad, ofendidos por no ser escuchados por las autoridades locales, los pobladores no permitieron el paso de los que pretendían fumigar y realizaron los disturbios durante la noche.

Las autoridades correspondientes, no se han acercado a la gente para brindarles información adecuada para afrontar la pandemia que ha afectado a todo el mundo. Por ejemplo, en la clínica de la localidad que fue destruida se observan carteles informativos sobre la pandemia, en uno de ellos se puede leer: «¿Quienes pueden contagiarse? Aquellos que han tenido contacto con personas procedentes de China o que hayan viajado a este país en los últimos 45 días». Esta información resulta ser confusa en una comunidad donde la mayoría de las personas no tiene los recursos para viajar a otro continente.

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Quédarse en casa? ¿salir?
 Hans-Maximo Musielik

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Ciudad de México.- ¿Cuál es el protocolo correcto a seguir cuando, en plena pandemia, suena la alerta sísmica? ¿Qué instrucción tiene mayor prioridad: quedarse en casa o evacuar el lugar?

La mañana del 23 de junio, un sismo de magnitud 7.5 con epicentro en Crucecita, Oaxaca, hizo que en varios estados de la república reinara la confusión. 

El Hospital Obregón en la Ciudad de México tuvo que ser evacuado y a los enfermos no les quedó de otra que esperar en la calle hasta que el técnico autorizado revisara el hospital. No sufrió daños y a la hora, más o menos, todos regresaron a las instalaciones. En las ventanas se podía observar al equipo médico que no pudo bajar a los pacientes más graves y se quedó con ellos.

Aunque en la capital no se registraron víctimas fatales, algunos inmuebles dañados desde el 19 de septiembre de 2017 resultaron con daños severos y algunas personas tuvieron que abandonar sus viviendas. El sismo dejó 5 fallecimientos, varias personas heridas y numerosas pérdidas en San Juan Ozolotepec, Salina Cruz, San Agustín Amatenango y San Francisco Ozolotepec, en Oaxaca.

 

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Y nos llegó la nueva normalidad.
 Juan Carlos Cruz

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Culiacán, Sinaloa.- Caretas, cubrebocas, guantes, sana distancia y el uso de gel antibacterial son parte ya de nuestra vida en la «nueva normalidad», provocada por la pandemia del COVID-19.

Para ir al trabajo, al supermercado, al banco, salir a la calle a realizar algún trámite, esos insumos son ya parte de nuestra vida. Además, lavar y desinfectar todo lo que entra a casa es ya parte de las medidas sanitarias que muchas personas empiezan a adoptar como parte de esa “nueva normalidad”.

Nunca nuestra existencia volverá a ser como antes, y preservaremos la vida si entendemos que el virus ha puesto a prueba nuestra existencia. Así, con esas medidas sanitarias, muchos habitantes de Culiacán, como comienzan el reto de vivir nuestra «nueva vida».

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Ferieros en una realidad llamada Coronavirus
 Fabyola Rosales

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Guadalajara, Jalisco.- En Jalisco la cuarentena por el coronavirus comenzó a principios de marzo. Tres meses después, los comerciantes dedicados al negocio de los juegos mecánicos y atracciones de las ferias locales, no han podido trabajar, ya que, para ellos la afluencia de gente es primordial.

En su desesperación por salir de la precaria situación económica por la que están atravesando, el 15 de junio decidieron hacer un plantón en la avenida Juárez y la calle Corona, a dos cuadras del Palacio de Gobierno en pleno Centro de Guadalajara, para ser atendidos, estaban decididos a permanecer en el cruce hasta que las autoridades les resolvieran su situación y les permitieran trabajar tomando en cuenta los protocolos sanitarios para funcionar y reactivarse.

Pasadas casi dos horas de esta manifestación que pretendían llevar a cabo de manera pacífica, se escuchó la orden de Policía del Estado, Policía de Guadalajara y Policía Vial, de comenzar el desalojo de los ferieros y mover sus trailer y juegos mecánicos con la ayuda de grúas que ya los esperaban del otro lado de la calle. Debido a esto los manifestantes reaccionaron para defender sus vehículos y comenzó un forcejeo entre las autoridades policiales y manifestantes que terminó en una trifulca con agresiones por ambas partes, con dos personas detenidas y varios vehículos llevados al corralón, la mayoría de los ferieros accedieron a mover sus vehículos al ver lo sucedido y abrieron las avenidas, reiterándose del lugar, mientras otro grupo llegaba a las inmediaciones de Palacio de Gobierno para ser escuchados.

Ya pasaron varios días desde este lamentable acontecimiento y hasta la fecha las autoridades no les han resuelto su tema, aunque, se han visto abiertos a mesas de diálogos para poder llegar a un acuerdo que no afecte aún más la salud de los ciudadanos.

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Fuente de empleo
 Gabriela Pérez Montiel

 
 
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Monterrey, Nuevo León.- En Nuevo León los contagios de COVID-19 fluyeron de manera lenta, sin embargo, aumenta conforme pasan los meses. La mayor de brotes y fallecimientos se concentra en Monterrey y su área metropolitana. Desde la llegada del Coronavirus en la ciudad, se estima que se las precauciones y restricciones lleven mayor tiempo.

Un grupo de amigos que se hacen llamar “Borrachentos de Reforma” suelen juntarse en el centro de Monterrey. A algunos de ellos se les ha afectado la pandemia en su economía y vida cotidiana. Antonio “Satanás”, conocido en el ambiente de la música colombiana y quien desde hace 18 años se dedica a trabajar en la publicidad de grupos de música Vallenata, principalmente en los bares, es uno de las miles de personas que han sido trastocados por los cierres. “Me deshice de todas mis cosas, joyas, aparatos electrodomésticos para poder llevar el sustento a la casa durante la cuarentena”, indica. Su madre ahora se dedica a hacer comidas y entre los dos están tratando de salir adelante de esa manera.

Los bares son una fuente de trabajo para muchas personas, desde el que barre, vende flores, meseros, músicos, cantineros, entre otros. “No es porque sea un centro de diversión, es porque es una fuente de trabajo” afirma. En fechas pasadas, dueños y empleados de bares realizaron una marcha para ser escuchados, no obstante, están entre los negocios que no tienen fecha de apertura en Nuevo León, puesto que es considerado como no esencial y se encuentra al final de la lista en las aperturas escalonadas.

Otro miembro de del grupo es Eliud “Control”. Operaba en una maquiladora donde hacían muestrario de telas. En el área de las maquilas hubo cientos de recortes. “Nos mandaron a la fregada, porque no se lo esperaba uno, pues está difícil la cosa” menciona. El dinero de su liquidación no le alcanzó ni para dos semanas, por lo cual, uno de sus amigos que vende artesanías colombianas le da la oportunidad de trabajar ahí mientras consigue empleo, situación difícil porque las fábricas no están contratando por el momento.

A César “el Mañañas” no le ha afectado del todo, ahora labora en una fábrica tomando la temperatura de las personas que acceden a ella, “Yo controlo a toda esa gente con la pistolita, esa, gracias a Dios conservo el trabajo, la familia no espera para comer”. Dice que estuvo dos meses sin trabajar y estar encerrado en su casa fue muy duro.

Los “Borrachentos de reforma” dicen que volvieron a verse después de unas semanas muy difíciles y seguirán apoyándose entre ellos para salir adelante.

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