Marcelo te habla Úrsula, la joven que está en contra de la Supervía
La transición democrática en México no ha logrado afianzar canales apropiados para garantizar la participación política de las y los ciudadanos, mientras tanto la lista de exigencias ciudadanas continúa creciendo; al mismo tiempo que la tan anunciada reforma del Estado es postergada indefinidamente. Hoy más que nunca requerimos dar voz y cause a la diversidad exigencias que no son respondidas por la diferentes autoridades.
La protesta es un elemento esencial de la democracia. En el debate público, abre la posibilidad de que las voces que son excluidas expresen su opinión. Las protestas recientes en la Plaza Tahir de Cairo, son un recordatorio del alcance del poder popular en torno a una causa. El ejercicio colectivo de la libertad de expresión, derriba muros, derroca dictaduras y reconcilia pueblos. Sin embargo existen momentos determinados en donde la voz de una sola persona se convierte en el sentir un pueblo o la voz de una causa. Desde una simple señal hasta un zapato volador, pasando por pastelazos, elaboradas escenificaciones, acción a través de internet y happennings, la protesta pacífica será siempre un indicador del nivel de inclusión en el debate público, así como de la participación ciudadana. Aunque algunos métodos podrán ser polémicos son síntomas de las carencias de un sistema democrático.
La construcción de la supervía oriente en el marco del megaproyecto Autopista Urbana de la Ciudad de México es un tema que ha generado el rechazo ciudadano debido al impacto ambiental, el cual ha puesto al descubierto la falta de compromiso del gobierno del Distrito Federal para garantizar el derecho a la consulta sobre temas de interés público. La Comisión de Derechos Humanos del Distrito Federal emitió una recomendación pidiendo la suspensión de la obra hasta que se consulte debidamente a la ciudanía y se obtengan los permisos correspondientes.
En el video que incluimos en esta ocasión presentamos una entrevista con Úrsula Ezquivel, la estudiante del posgrado en la UNAM en derechos humanos y deportista que mostró un cartel expresando su rechazo a la construcción de la supervía poniente, cuando recibió el Premio a la Juventud otorgado personalmente por el Jefe de Gobierno, Marcelo Ebrard.
“Sabía que no podía dejar pasar la oportunidad. Fui portavoz de muchas voces que no se han podido escuchar o que no han querido escuchar”, explicó Úrsula durante la conversación que sostuvimos.
Al igual que al resto de los jóvenes que fueron premiados, Úrsula fue citada media hora antes de la ceremonia de premiación para conversar con el Jefe de Gobierno. Ella intentó sostener un diálogo pero después de las primeras respuestas y al ser interrumpida para “tomarse la foto” se dio cuenta que no tendría éxito. Al recibir el premio a manos de Jefe de Gobierno sacó un letrero que decía “No a la Supervía”. Al terminar la ceremonia fue abordada por un funcionario que había recibido la instrucción de “responderle todas las dudas” acerca del proyecto. “La única duda que tengo es porqué Marcelo se obstina en no cumplir de manera integra la recomendación (de la CDHDF) y parar la obra”. Úrsula espera que el resultado del acto de protesta sea una reunión con el Jefe de Gobierno con ella y el colectivo de académicos, expertos y activistas que se oponen al proyecto.
Úrsula también espera que lo que hizo sirva de ejemplo a otros jóvenes. “Hay que dejar de quejarse y empezar a actuar. (…) Dejar de tener miedo ya, realmente las cosas no van a cambiar si no empezamos a actuar”.
Si quieres más información sobre la Supervía Oriente: Gobierno Ciudadanos