De profesión, periodista
Pocas veces los espías mexicanos acertaron tan bien y en tan pocas palabras a la hora de definir a sus espiados, como ocurrió el 9 de marzo de 1977 en el caso de Julio Scherer García:
«Profesión, periodista».
«De profesión periodista». La primera frase completa que se alcanza a leer luego de tres titubeantes surcos negros que eliminan la información inicial elaborado para consumo de las cabezas del servicio de inteligencia del gobierno de Luis Echeverría.
La historia del periodista que los integrantes del aparato archivaron de Scherer García es como su vida misma: fragmentada y huidiza. Dispersa entre cajas y expedientes, entre mitos y versiones que no terminan de juntarse.
Estos son los apuntes curriculares que la Dirección Federal de Seguridad (DFS) fue acumulando durante años de Julio Scherer.
Revisa el multimedia realizado por Jacinto Rodríguez y Lucía Vergara