Las pruebas que rechazó el Juez en el juicio contra fotoperiodista de Subversiones
Ciudad de México, 12 de septiembre 2013.- El Juez Vigésimo Tercero de Delitos No Graves del DF, Fausto Agustín Favela Ayala, quien el martes 10 de septiembre dictó auto de formal prisión a Gustavo Ruiz Lizárraga, fotoperiodista de la Agencia Subversiones detenido el domingo 1 de septiembre y acusado de “ultrajes”, no aceptó como pruebas de su inocencia varios videos y una secuencia fotográfica en los que se puede ver al fotoperiodista respetuoso de la labor policial al documentar con su cámara las manifestaciones y al margen de los enfrentamientos que se dieron ese día.
Gustavo fue detenido en el marco de las manifestaciones registradas en el DF durante la entrega del primer informe de Gobierno del presidente Enrique Peña Nieto. Los policías que lo detuvieron lo acusan de “ofensas verbales”, aun cuando en los videos de la detención no se aprecia manifestación verbal alguna de Gustavo contra la autoridad; “que era uno de los líderes de la movilización”, a pesar de que en todo momento se identificó como fotoperiodista y “que cometió resistencia de particulares al tratar de impedir la detención de Pavel Alejandro Primo” -fotoperiodista de Multimedios Cronopios-, cuando éste no se encontraba presente en el momento señalado por los policías.
El Juez Favela pese a los videos y fotografías que prueban la inocencia de Gustavo, dio más validez al testimonio de los policías del DF iniciándole un juicio penal por ultrajes.
El que sigue no es el relato de los hechos ocurridos en la detención de Gustavo Ruiz Lizárraga, son las pruebas graficas captadas por el propio fotoperiodista, su compañero Rafael Ernesto Camacho Briones y otros periodistas que fueron testigos de la detención. Son las evidencias del abuso y exceso de fuerza de la autoridad que rechazó el Juez Favela Ayala.
Gustavo graba la detención de 7 personas que son subidas a una patrulla Pick-Up con toldo de la policía del DF. Varios de ellos se identifican frente a Gustavo quien les pregunta por sus nombres y procedencia. Gustavo se posiciona al costado izquierdo de la camioneta y se aprecia que los granaderos y policías tratan de impedir que se vean los detenidos al interior. Uno de los detenidos se asoma y grita su nombre. Después se escucha la voz de Gustavo diciéndole a uno de los policías de boina negra: “Que no me empuje tu carnal a los coches”, haciendo referencia que otro policía o granadero lo está empujando hacia el arroyo vehicular. Otros detenidos gritan sus nombres y Gustavo los graba hasta que la patrulla se marcha. En ese momento voltea hacia la derecha, es decir hacia el Oeste, por rumbo de la entrada del metro San Antonio Abad, y observa que su compañero fotoperiodista Rafael Ernesto Camacho Briones es sometido por aproximadamente seis o siete policías. Gustavo se acerca a esos policías a quienes pregunta en repetidas ocasiones: “¿Por qué se lo llevan? Es prensa. Tranquilo, ¿Por qué se lo llevan?”. Cuando esto sucede –en el segundo 52-, uno de los policías al ver que Gustavo lo está grabando intenta quitarle la cámara sin éxito; en tanto Rafael Ernesto grita que está trabajando y le entrega su cámara a Gustavo, quien insiste con la pregunta (¿por qué se lo llevan?) hasta que uno de los policías –el que aparece en el minuto 1:03 con un pasamontañas recogido en la cabeza- se abalanza contra él y lo detiene.
Gustavo al momento de la detención pierde el control de su cámara que mantiene encendida. En ese momento Gustavo pide a los policías que no le quieten la cámara de Rafal Ernesto y después se escuchan varios gritos de dolor al ser sometido. Finalmente Gustavo recupera el control de su cámara (25″) y comienza a decir su nombre: “Gustavo Ruiz Lizarraga, fotógrafo independiente. Me detuvieron por estar grabando”. En ningún momento se escucha que el fotoperiodista agreda física o verbalmente a los policías.
El fotoperiodista Rafael Ernesto Camacho Briones, de la Agencia Subversiones, graba desde otra perspectiva la detención de 7 personas que son subidas a una patrulla Pick-Up con toldo de la policía del D.F. También les pregunta los nombres a los detenidos y alcanza a grabar (13″) a su compañero Gustavo Ruiz, quien se encuentra con casco rojo y playera anaranjada documentando la detención. Casi inmediatamente los policías intentan detener a Rafael Ernesto quien se identifica como prensa y les dice en repetidas ocasiones que “está trabajando”. Rafael, mientras es sometido, pierde el control de la cámara, la cual se la pasa a Gustavo, quien comienza a preguntar “¿Por qué se lo llevan?” Al final del video se escucha los gritos de dolor de Gustavo al ser sometido por los policías, quienes en su parte informativo aseguraron que el fotoperiodista intentó violentamente impedir la detención de Pavel Alejandro Primo, quien no se encontraba presente en el momento señalado por los policías.
Gustavo Ruiz -casco rojo, playera anaranjada y chaleco negro- camina por una de las calles del Centro Histórico con otros colegas fotoperiodistas. El video muestra a un Gustavo Ruiz tranquilo, siguiendo de cerca el paso de los granaderos del DF. Siempre respetuoso del desplieguen policial. En ningún momento se le ve encabezando las manifestaciones, como sostienen los policías que lo acusan.
Gustavo Ruiz (casco rojo) es fotografiado en el contingente de prensa que documenta las manifestaciones del Centro Histórico. El fotoperiodista siempre guarda distancia y se mantiene al margen del contingente y los policías, quienes lo acusan de encabezar las manifestaciones.
En esta secuencia de fotos, captadas por un fotoperiodista independiente testigo de la detención de Gustavo Ruiz, puede verse como granaderos y policías del DF intentan detener a Rafael Ernesto Camacho Briones, quien porta un casco negro con la leyenda de prensa. Muy cerca de él se encuentra Gustavo –casco rojo- quien les pregunta a los policías la causa de la detención. La secuencia continúa hasta que los policías arremeten contra Gustavo a quien jalan de los cabellos violentamente y lo suben a un camión azul de la policía, donde el oficial que está sentado del lado del copiloto le da un golpe con la mano y después se ríe de su acción.
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Que difícil es luchar dentro y fuera del poder judial.
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