Veracruz, un miedo latente
En Veracruz no hay cabida para la libertad de expresión. Se trata de un derecho silenciado a base de represión y plomo, donde la prensa se ha llevado la peor parte.
Las cifras documentadas por ARTICLE 19 de 2007 a 2015, revelan que es el segundo estado mexicano con más agresiones con un total de 269, por debajo de las 321 reportadas en la Ciudad de México para el mismo periodo.
En 2015, sin embargo, el gremio de Veracruz vivió su peor año al registrar una agresión cada cinco días, cuando el promedio en 2014 y 2013 era una cada nueve.
Veracruz se localiza en la costa del Atlántico mexicano. Tiene una población de 7.6 millones de habitantes, distribuida en 212 municipios, que representa el 6.8% de la población en México. Su posición es estratégica para el comercio y la transportación de todo tipo de productos, tanto legales como ilegales. Cuenta con puerto marítimo y varias carreteras que conectan a la entidad con los estados de Tamaulipas, San Luis Potosí, Hidalgo, Puebla, Oaxaca, Chiapas y Tabasco, con los que tiene colindancia.
Históricamente, su territorio ha sido objeto de disputa y durante casi 90 años ha vivido bajo el poder político del Partido Revolucionario Institucional (PRI). Además, desde hace una década la entidad atraviesa por una serie de episodios de violencia vinculados a grupos del narcotráfico, como los Zetas y el Cartel del Milenio Nuevo Generación, cuyas células armadas se pelean el control de las rutas de transporte de drogas y personas, y perpetran delitos tales como el robo de hidrocarburos, los secuestros y otras actividades criminales en la región.
En años recientes, ambos grupos criminales han censurado a la prensa con violencia y miedo. En algunos casos, según ha podido documentarse, han actuado con la complacencia de autoridades policiacas y ministeriales. En otros, la omisión ha dejado las investigaciones inconclusas. Sobre todo cuando se trata de periodistas asesinados o desaparecidos.
En la administración del gobernador Javier Duarte, del 1 de diciembre de 2010 a la fecha, se han registrado 203 agresiones a periodistas, entre éstas, 15 asesinatos, lo cual coloca a la entidad como la más letal para la prensa mexicana.
Mientras que del 2009 al 2015, se documentaron 240 agresiones a periodistas, considerando: 168 hombres, 52 mujeres y 20 a medios de comunicación. Los más agredidos han sido los reporteros y los fotoperiodistas. En su mayoría se dieron ataques físicos, secundados por amenazas, intimidación, privación de la libertad y despalzamiento. Asimismo, se han registrado 14 asesinatos y 4 desapariciones, sin descartar hechos de intrusión no autorizada, atentados con explosivos y armas de fuego y también los ataques cibernéticos.
De acuerdo a estos hechos documentados, el 49% han sido perpetradas por funcionarios, el 5% por crimen organizado y el 6% de fuerza partidista; el restante 40% de particulares o se desconoce al agresor.
Del 2000 al 2015 se documentaron 18 asesinatos a periodistas (16 hombres y 2 mujeres), así como 3 ataques a medios.
Un diagnóstico sobre la situación de los periodistas en Veracruz elaborado por la Subsecretaría de Derechos Humanos de la Secretaria de Gobernación (SEGOB), el 30 de octubre de 2015, y que sirvió como base para lanzar el “Sistema de Alerta Temprana para protección de Periodistas en Veracruz”, arrojó que se trata de la entidad que ocupa el primer lugar nacional en homicidios de periodistas; junto con Tamaulipas y Michoacán, en el número de periodistas desaparecidos, y el segundo lugar en cuanto al número de indagatorias de agresiones a periodistas iniciadas por la Procuraduría General de la República (PGR).
Por otra parte, cabe destacar que hay un tipo de agresión que no suelen considerar las autoridades, pero que en Veracruz es recurrente: el desplazamiento forzado de periodistas. En la administración de Duarte se han registrado decenas de esos casos. En 2015 fueron cuatro los desplazamientos de periodistas veracruzanos documentados por ARTICLE 19.
El año más Violento: 2015
Hasta ahora, 2015 ha sido el año más violento para la prensa veracruzana si se compara con las agresiones cometidas en los últimos nueve años.
De las 67 agresiones documentadas en Veracruz durante el año pasado (2015), 45 las consumó una autoridad: 21 por parte de policías de la Fuerza Civil, corporación estrenada en 2014 y que, a decir del propio gobierno, se trata de “elementos que han pasado por los más estrictos controles de evaluación y confianza, que buscan devolver la paz y estabilidad a Veracruz”.
De esas 21 agresiones, nueve ocurrieron en las ciudades de Xalapa, Veracruz y Boca del Río entre el 21 y 22 de noviembre, cuando en diferentes hechos policías de la Fuerza Civil golpearon y amenazaron verbalmente a nueve periodistas que cubrían las protestas de los maestros de la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE) en repudio a la evaluación educativa.
Las agresiones ocurrieron tres semanas después de que la SEGOB y el gobernador Duarte anunciaran la puesta en marcha del sistema de “Alerta Temprana para protección de Periodistas en Veracruz”, que tiene como objetivo prevenir y castigar a los agresores de la prensa, hasta el momento no han recibido ningún tipo de sanción o castigo.
También este año, se confirmó el hostigamiento y acoso persistente contra la Agencia Veracruzana de Comunicación y Noticias (AvC Noticias), con más de 10 años de experiencia en Veracruz y cuya oficina central se encuentra en la ciudad de Xalapa. Este medio de comunicación se ubica como el que más ataques recibió ese año en México (15 agresiones), tanto a su página de internet; como agresiones físicas a fotoperiodistas; un ingreso ilegal sin robo a sus oficinas; desplazamientos forzados por situaciones de acoso, amenazas y actos de intimidación, y un asesinato, el de Rubén Espinosa, quien colaboraba para el medio.
Asesinatos Impunes
En 2015 se demostró la crisis en materia de libertad de expresión, así como la falta de tolerancia a las voces disidentes que se vive Veracruz, con los asesinatos de tres comunicadores: Moisés Sánchez; Armando Saldaña y Juan Mendoza Delgado y el fotoperiodista Rubén Espinosa, quien huyó del estado debido al acoso en su contra, y fue asesinado mes y medio después de vivir refugiado en la Ciudad de México.
Se les ha silenciado con asesinatos, privaciones de la libertad, amenazas, golpes, impunidad y hostigamiento, una mezcla que ha convertido al estado en una de las regiones más peligrosas del mundo para ejercer el periodismo.
Los homicidios de Moisés y Rubén fueron los crímenes que más muestras de repudio provocaron entre la opinión pública nacional e internacional durante el año, no sólo por las deficientes investigaciones y la impunidad mostrada hasta el momento, sino porque ambos comunicadores ejercían un intenso activismo en Veracruz. Moisés, a favor de la seguridad pública en su comunidad, y Rubén pidiendo justicia para sus colegas periodistas muertos y desaparecidos. Ambos fueron blanco de agresiones previo a los asesinatos.
Para leer el informe completo, consultar el Informe 2015 M.I.E.D.O.
Veracruz, el tema que muta. | p.p. 51 a la 71
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