Un fracaso, el mecanismo de protección a periodistas del DF
Ciudad de México, 7 de noviembre, 2012. En contradicción con las declaraciones de altos funcionarios del Gobierno del Distrito Federal, quienes aseguran que la Ciudad de México es un refugio para comunicadores en peligro, el Mecanismo de Protección a Periodistas local ha mostrado en apenas unos meses de existencia su inoperancia, al mismo tiempo que ha exhibido la incapacidad de quienes lo integran para ofrecer ayuda urgente y sustantiva a periodistas en situación de riesgo.
A pesar de que el pasado 29 marzo, fecha de la firma del convenio que creó dicho mecanismo, se garantizó a los periodistas que en el DF estarían seguros, para ARTICLE 19 es evidente el carácter cosmético del mecanismo. También quedan en evidencia la ausencia de capacidades técnicas entre quienes tienen a su cargo el trabajo de evaluar el riesgo que corren los y las periodistas, así como sugerir medidas concretas efectivas para proteger su integridad física e inclusive la falta de capacidades para diseñar un catálogo de medidas y/o políticas públicas aplicables a los casos en conocimiento y mucho menos, la posibilidad de sugerir adecuaciones a los mismos para afrontar las necesidades del contexto de riesgo de periodistas. La falta de profesionalismo y voluntad política resultan evidentes.
Tres casos como ejemplo de la ineficacia
En al menos tres casos distintos, ARTICLE 19 ha documentado el abandono y la indefensión en la que son dejados los periodistas y sus familiares que han intentado acercarse como beneficiarios del llamado Mecanismo de Protección a Periodistas en el DF.
El pasado mes de agosto, un periodista fue objeto de amenazas reiteradas, mismas que fueron oportunamente denunciadas y hechas del conocimiento de las autoridades capitalinas, ante quienes se enfatizó la necesidad de adoptar medidas de protección en su beneficio. En los hechos, pasaron al menos diez días sin que la Secretaría de Seguridad Pública o la Procuraduría local tomaran acciones decididas para proteger al informador, cuyo riesgo, de acuerdo con sus estándares de atención fue considerado bajo.
Después de cuatro amenazas en su contra (las cuáles alteraron gravemente su modo de vida), las autoridades del DF continuaban valorando la necesidad de brindar medidas, mientras la víctima consideraba innecesario y engorroso tener más encuentros con altos funcionarios para que alguien tomase una decisión tan simple como ordenar rondines o proximidad policiaca en su casa. Asimismo, la PGJDF notificó al periodista que de no practicarse un peritaje psicológico para medir el daño logrado por las numerosas amenazas no sería posible ejercer acción penal contra los responsables. Evidentemente se negó a ser partícipe de tan denigrante prueba.
En junio de este año, una pareja de reporteros abandonó su casa tras recibir amenazas de integrantes de la delincuencia organizada en un estado del sur del país. A pesar de haberse acercado a la CDHDF, tuvieron que transcurrir cerca de 45 días de supuestas gestiones ante autoridades para incorporarlos al Mecanismo de Protección. Durante ese periodo, las autoridades fallaron en asistir a la familia con alojamiento o apoyo alimentario, mientras se les planteaban falsas expectativas de vivienda. La familia se encuentra separada y el único ingreso asciende a 1,723.80 pesos, del seguro de desempleo que otorga de la Secretaría del Trabajo local, el cual fue conseguido mediante gestiones especiales, al margen del catálogo de acciones del mecanismo.
Finalmente, en agosto pasado, un periodista y su familia llegaron a la ciudad de México, amenazados de muerte por miembros del crimen organizado. El periodista dejó su casa y abandonó su principal medio de subsistencia como reportero y editor. De nuevo, el caso fue hecho del conocimiento de las autoridades participantes en el mecanismo y se solicitó su intervención urgente.
Sin embargo, la respuesta volvió a ser la misma. No obstante que el subsecretario de Gobierno del DF, Juan José García Ochoa, aseguró públicamente el 23 de agosto que a partir de la tercera semana de septiembre habría una casa refugio para periodistas en riesgo, la Subsecretaría informó a ARTICLE 19, durante una reunión con el periodista desplazado, que no sólo no podrían ayudarlo con alojamiento y apoyo alimentario, sino que descartaron que el mecanismo contemple acciones de ayuda para reincorporar a sus hijos al sistema educativo y otorgar otras medidas necesarias para contrarrestar el desplazamiento forzado del periodista y su familia.
ARTICLE 19 pudo atestiguar, igual que tuvo oportunidad de hacerlo personal de la CDHDF, que ante las pobres alternativas que la autoridad puso sobre la mesa, el periodista se vio orillado a solicitar formalmente un permiso para trabajar en vía pública como payaso. Ejercer el periodismo ya sería un lujo para él, según relata.
Preocupación, sólo en el discurso
Con la evidencia que arroja la respuesta a los casos de periodistas es posible afirmar que el Gobierno del Distrito Federal no es consciente y sensible al problema planteado aquí, aunque en lo público se expresen compromisos con la libertad de expresión de quienes ejercen el periodismo. Lo que da como resultado que el mecanismo tenga un mero carácter decorativo, que sea inoperante, incapaz de responder a criterios de urgencia no sólo para determinar el nivel de riesgo que corre la posible persona beneficiaria, así como diseñar y ejecutar las medidas a adoptar y su duración, sino, también para proveer el necesario resguardo inmediato al periodista mientras se hace una evaluación objetiva, profesional y profunda de su caso.
En los casos mencionados, el GDF no desarrolló ninguna labor sustancial concreta ni hay constancia de que el Comité para la Evaluación y Otorgamiento de Medidas de Prevención y Protección de Riesgos haya intervenido para hacer ninguna evaluación o proponer acciones. Las muy escasas acciones que se logran concretar siguen dependiendo de gestiones al más alto nivel y de la voluntad política de quien las atiende, quedando todo como simples dádivas y no como lo que son, es decir exigencias de respeto a los derechos humanos derivadas de los compromisos internacionales que rigen al Estado en su conjunto incluyendo al Gobierno del Distrito Federal tal como se establece en la Ley del programa de derechos humanos del Distrito Federal.
Se ha jugado con las expectativas de las víctimas y se ha lastimado su confianza prometiendo una ayuda que jamás llega, aspecto que no sólo envía un mensaje contrario al respeto a los derechos humanos sino que inclusive puede derivar en la revictimización de las personas afectadas en sus derechos.
ARTICLE 19 considera inaceptable que el discurso sobre derechos humanos sea utilizado con fines políticos, por lo que exige señales claras de que el Mecanismo de Protección a Periodistas es parte de un auténtico compromiso con la defensa de la libertad de expresión. Es necesario que las autoridades del DF doten de contenido sus declaraciones públicas y trabajen en mecanismo de protección eficaz y eficiente, que contemple un amplio catálogo de acciones (más allá de la intervención meramente policiaca) a fin de dar atención integral a periodistas en riesgo y a sus familias.
En ese sentido, consideramos urgente que el mecanismo cuente con cinco elementos, fundamentales en la construcción de confianza:
- Lineamientos de operación claros que brinden certeza sobre el funcionamiento del mecanismo, que establezcan criterios para la atención individualizada e integral de casos y garanticen una toma de decisiones expedita.
- Presupuesto. Las acciones de protección y asistencia en emergencia deben estar respaldadas por recursos suficientes, los cuales deberán estar disponibles en todo momento.
- Designación de personas confiables, con experiencia y capacidades técnicas probadas en el trabajo de protección y evaluación de los casos.
- Transparencia. No sólo debe garantizarse que las designaciones de los participantes en este mecanismo se realicen a través de procesos claros y transparentes; también es necesario que los recursos públicos destinados a acciones de defensa de la libertad de expresión sean empleados en acciones sustantivas y no en financiar a grupos improvisados que aseguran trabajar en protección, pero adquieren experiencia mientras ponen en riesgo a las víctimas. Además una política de comunicación proactiva que facilite el conocimiento del mecanismo y su funcionamiento por la población y que sea acorde a la realidad del alcance de las medidas que puede ofrecer el mecanismo.
- Verdadera voluntad política. El compromiso con la libertad de expresión del Gobierno del DF debe expresarse de manera permanente, independientemente de tiempos político-electorales, y trascender a las administraciones y las personas que ocupan temporalmente los cargos.
Finalmente se reitera que la necesidad de un mecanismo adecuado que proteja a periodistas es una obligación internacional que deriva de recomendaciones de organismos como el Consejo de Derechos Humanos de la ONU, el Comité de Derechos Humanos de la ONU y de las Relatorías de libertad de expresión (tanto de la ONU como de la CIDH), por lo que el Gobierno del Distrito Federal tiene el deber de ajustar su actuar conforme a los estándares internacionales.
Nota para prensa
Para mayor información, favor de contactar al Programa de Libertad de Expresión y Protección a Periodistas de la Oficina en México y Centro Américacontacto@article19.org o hablar al + 52 55 1054 6500.
ARTICLE 19 es una organización independiente de Derechos Humanos que trabaja alrededor del mundo para proteger y promover el derecho a la libertad de expresión. Toma su nombre del Artículo 19 de la Declaración Universal de los Derechos Humanos, la cual garantiza la libertad de expresión.
Como suele ocurrir, del dicho al hecho hay mucho trecho. Una lástima que se haya anunciado con bombos y platillos, como otras acciones de gobierno, y que tampoco esta esté operando como debiera. Esperemos que con la gestión del nuevo Jefe de Gobierno que entrará en un mes, haya de verdad disposición y colaboración, pero sobretodo compromiso para echar a andar el mecanismo, como debe ser.
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No conocía esta organización como muchos ciudadanos, supongo, así que lo que difunden los medios es básicamente lo que quieren que sepamos, como siempre.
El gobierno se vuelve cómplice de todas las agresiones que sufren los periodistas que hacen su trabajo con la mayor honestidad y profesionalismo posible.
Uno es el discurso político y otra es la realidad y hasta parecería irónico que siendo ustedes, los periodistas, los que se encargan de darnos a conocer todas las informaciones del acontecer del mundo, sus historias permanezcan casi en el anonimato.
Sería muy bueno cerrar filas en este asunto relevante, pero veo que hasta entre ustedes hay divisiones, los que se venden al mejor postor, los ultraderechistas, los izquierdistas, etc y mientras como sociedad sigamos así, la historia se repetirá una y mil veces mas.
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