Silencio Forzado: 12 años de violencia contra la prensa en México
México D.F., a 22 de marzo de 2012 (Anticensura).-Durante el año pasado se presentaron en nuestro país 172 agresiones relacionadas con el ejercicio de la libertad de prensa. Esta cifra representa un aumento en relación con 2010 cuando se registraron un total de 155 casos. Entre las violaciones más graves del último año se encuentran:
- 9 asesinatos contra periodistas.
- 2 asesinatos de trabajadores de medios.
- 2 desapariciones de comunicadores.
- 8 agresiones con armas de fuego o explosivos contra instalaciones de medios.
El pasado 20 de marzo ARTÍCULO19 presentó el informe «Silencio forzado: El Estado, cómplice de la violencia contra la prensa en México» (Texto completo) en el Museo Memoria y Tolerancia de la Ciudad México. Ahí se da cuenta de la consolidación del patrón de violencia en contra de la prensa en distintas partes del país, en especial en estados como Veracruz, el Distrito Federal, Chihuahua y Coahuila, Oaxaca. Los datos confirman que por tercer año consecutivo, las autoridades y servidores públicos son agentes persecutores más recurrentes de agresiones en contra de la prensa. Sí bien los ataques más violentes provienen de grupos del crimen organizado, éstos apenas representan poco más del 10% total de casos documentados.
El informe 2011, además de ofrecer datos confirmados sobre los casos registrados durante ese año, también ofrece un recuento depurado de los casos de asesinatos y desapariciones desde 2000 a la fecha. Este ejercicio resulta de suma importancia para poner dilucidar cómo fue que la violencia como método de censura se propagó en México y como fuente de memoria histórica de uno de los problemas más apremiantes de la agenda de derechos humanos.
Hasta la fecha, la Comisión Nacional de Derechos Humanos era la única entidad pública que lleva un registro de casos de violaciones graves a la libertad de expresión. Sin embargo, como lo muestra el informe, la cifras son poco confiables dadas la falta de rigor metodológico. No son 72 como afirma el órgano defensor de derechos humanos, sino 66 periodistas asesinados en México de 2000 a la fecha.
La respuesta durante todo este tiempo ha fracasado rotundamente. Por ejemplo, la Fiscalía Especial para la Atención de Delitos cometidos contra la Libertad de Expresión (FEADLE) que en seis años de existencia ha tenido dos nombres diferentes, cuatro titulares distintos, ha ejercitado acción penal en sólo 27 casos de agresiones a periodistas y conseguido una sola sentencia condenatoria.
El mecanismo interinstitucional de protección a periodistas que, con un presupuesto inicial de 25 millones de pesos, supuestamente destinado a ejecutar medidas de protección para comunicadores en riesgo, reporta haber ejercido un porcentaje de menos de 4% en medidas cautelares, logro que se encuentra lejos de parecerse a una política pública en materia de prevención o una estrategia orientada a la erradicación de las agresiones contra los informadores y las informadoras.
Además del informe presentamos, orgullosos, nuestro cortometraje con el mismo nombre: Silencio Forzado. Salimos de la burbuja periodística del DF y a través de entrevistas, damos voz a aquellos periodistas que deben contar su historia por ser víctimas de la violencia, esos que «no son noticia» cuando algo les pasa y sin embargo son testimonio vivo de lo que como ellos, muchos otros viven en su trabajo por ejercer el derecho a la libertad de prensa y expresión. Silencio Forzado, el corto, es un proyecto en construcción y que estará en constante crecimiento y evolución. Puedes verlo aquí.
El panorama presentado en el último informe de ARTICLE19 muestra la situación de indefensión en la que opera la prensa en muchas partes del país, así como la magra respuesta de los últimos tres gobiernos federales. Pero además ofrece una deconstrucción de los casos con el objetivo de servir como referente a la prensa en la elaboración de protocolos de seguridad y adopción de medias de autoprotección. El problema esta lejos de ser un problema meramente gremial ya que sus implicaciones alcanzan la consolidación de un sistema verdaderamente democrático.