Ciudad de México a 2 de febrero de 2016.- Carlos Zúñiga, fotorreportero de la Agencia Fronteriza de Noticias, fue intimidado por un policía, sin uniforme ni identificación, quien le apuntó con un arma larga mientras tomaba imágenes de una detención el 31 de marzo en Tijuana, Baja California.
De acuerdo con el testimonio del periodista, esa noche acudió al lugar donde culminó una persecución en la que los agentes de la policía municipal detuvieron a un presunto delincuente. Zúñiga, que cubre la fuente policíaca, llegó a la escena en Av. 1ª casi esquina con Niños Héroes, en el centro de Tijuana, cuando la policía ya había acordonado la zona.
Mientras realizaba su labor, respetando el acordonamiento, un oficial sin uniforme, con un chaleco antibalas y armado con un rifle AR-15, le exigió agresivamente que se identificara. El periodista se identificó pero el agresor continuó intimidándolo, y le ordenó que no tomara fotografías, en impedimento a su trabajo informativo. Al no acatar, el oficial apuntó a Zúñiga con el arma.
Al ver esto, un elemento de la policía municipal se interpuso y le pidió al fotoperiodista que se retirara del lugar. Zúñiga intentó grabar un mensaje de voz en su teléfono para notificarle a sus compañeros de trabajo su ubicación y lo que estaba sucediendo. En respuesta, el oficial que intervino le arrebató el teléfono y lo empujó para que se retirara del lugar.
El primer agresor se retiró de la escena en una camioneta tipo pick-up blanca, con placas AN68189, tras recibir una alerta por radio para atender un llamado.
Zúñiga insistió en que el oficial que le apuntó con un arma se identificara. Sin embargo, no recibió respuesta de los agentes que se encontraban en el lugar; incluso, otros dos elementos, “vestidos de civil” como el primer agresor, le exigieron que se fuera de ahí tras devolverle su celular.
Hasta el momento no ha sido posible identificar a qué agrupación de las fuerzas de seguridad pertenece el policía que obstaculizó la labor de Zúñiga. La falta de identificación de los agentes de seguridad coloca a los periodistas en un margen de vulnerabilidad que eleva el riesgo de su labor y genera incentivos negativos en los funcionarios para actuar fuera de protocolos.
Por ello, ARTICLE 19 exige a las autoridades del estado de Baja California que investiguen los hechos para identificar al presunto elemento de seguridad pública, determinar a qué área y a qué cuerpo policíaco corresponde, y sancionarlo por las agresiones al fotoperiodista.
También insta a la Comisión Estatal de Derechos Humanos del Estado de Baja California que se implemente las medidas precautorias correspondientes para salvaguardar la integridad del periodista y que investigue con celeridad las posibles violaciones de derechos humanos cometidas por un funcionario del estado, tras la apertura de la queja de oficio por los hechos relatados.
Nota para prensa
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