
Nuestra respuesta frente al nuevo Des-Orden Mundial: Construir caminos de esperanza
Bogotá, 11 de junio de 2025.– Con el objetivo de fortalecer la articulación estratégica para enfrentar, de forma colectiva e interseccional, los impactos del nuevo des-orden mundial en la defensa y garantía de los derechos humanos en América Latina y el Caribe, durante los días 10 y 11 de junio de 2025, convocadas por RegionaR/Foro Regional de Derechos Humanos, 29 organizaciones nacionales, regionales e internacionales, participamos en la Segunda Conferencia Regional de Derechos Humanos: Caminos de esperanza frente al nuevo orden mundial.
Durante los trabajos desarrollados reconocimos, resignificamos y renovamos la esperanza como eje y motor que dinamiza nuestro trabajo orientado a rescatar y fortalecer un mundo y una región en los que la dignidad humana, la paz, la igualdad, la justicia climática, la riqueza biocultural y de diversidades, den sentido y vigencia a la institucionalidad democrática.
En ese marco, observamos con gran preocupación el rumbo que han tomado las agendas que rigen la economía y la política internacionales, así como la dispersión y desdén de los Estados de la región frente a los grandes impactos que sufren las personas y colectivos, en particular, indígenas y afrodescendientes, así como las víctimas de conflictos armados internos sin justicia y reparación, como consecuencia del consumismo y la acumulación capitalista, el racismo, el extractivismo, el patriarcado, el capacitismo y otros sistemas de opresión.
El nuevo des-orden mundial está poniendo en riesgo la paz, el ejercicio de derechos básicos y debilitando pilares fundamentales como la justicia social, ambiental, tributaria, racial, de género y, en general, las libertades fundamentales que sostienen la democracia.
Hacemos un llamado urgente a poner alto al despojo de los territorios indígenas, al crimen organizado, a la impunidad, a la desigualdad y al cierre del espacio cívico que limita la libertad de prensa, criminaliza y ejerce violencias contra personas defensoras de los derechos humanos.
Nos duele la persistente exclusión y expulsión por razones económicas, políticas y sociales de las personas en movilidad humana, así como la crisis humanitaria que enfrentan, en particular las infancias y juventudes que ven interrumpido su proyecto de vida. Países expulsores, de tránsito y receptores de personas migrantes son en conjunto responsables de las violaciones que estamos observando cotidianamente.
Rechazamos las violencias y discursos de odio perpetrados por actores en el poder, que sólo alimentan la polarización y que buscan intencionalmente retroceder en conquistas alcanzadas con la lucha de tantos años en particular, los ataques a los derechos sexuales y reproductivos y a los derechos de las personas LGBTIQ+.
Nos preocupa además que, frente a estos escenarios de incertidumbre y desprecio de la vida, además, hay un debilitamiento de los organismos multilaterales.
Ante estas crisis, alentamos a la ciudadanía a llamar a cuentas con el voto consciente a sus gobernantes, y a exigir medidas y acuerdos que busquen el bienestar de todas las personas y que nos permitan crear mundos inclusivos e igualitarios.
Como organizaciones participantes en este espacio, nos invitamos a ampliar nuestros enfoques de trabajo; articular esfuerzos con otros actores y alianzas para la acción y educación transformadora, así como para la generación de conocimiento.
Nos comprometemos a honrar los saberes ancestrales que amplían nuestro conocimiento, y a incorporar las lecciones aprendidas de los movimientos sociales y de la resistencia de los pueblos indígenas y afrodescendientes. Reafirmamos la importancia de la articulación transnacional e interseccional sin olvidar la centralidad del trabajo local.
Reconocemos que nuestra riqueza y fortaleza está dada a partir del reconocimiento de la espiritualidad de nuestros pueblos, de las culturas originarias y afrodescendientes, así como de los aportes de los enfoques interseccional, de género, intergeneracional y multicultural.
Reiteramos nuestro compromiso para seguir construyendo rutas de esperanza. Estamos aquí, seguiremos luchando, acuerpando a los grupos históricamente excluidos, potenciando sus voces, creando en diversidad, desde el amor, la empatía y la solidaridad.
“Nuestra esperanza, nuestras vidas, nuestras historias y nuestras energías son la clave para construir nuestro futuro”.
Organizaciones nacionales:
Asociación Indígena Mapuche Taiñ Adkimn (Chile)
Asociación Las Crisálidas (Guatemala)
Asociación Otras Voces (Colombia)
Asociación Pro Derechos Humanos – APRODEH (Perú)
Caribe Afirmativo (Colombia)
Centro de Derechos Humanos Miguel Agustín Pro Juárez (México)
Colectivo de Derechos Humanos Nicaragua Nunca Más
Coletivo Helen Keller de Mulheres com deficiencia (Brasil)
Comité de Familiares de las Víctimas de los Sucesos de Febrero-Marzo de 1989 – COFAVIC (Venezuela)
Conferencia Nacional de Organizaciones Afrocolombianas – C.N.O.A.
CRIOLA – Pelos direitos das Mulheres negras (Brasil)
Fundación Ecuménica para el Desarrollo y la Paz – FEDEPAZ (Perú)
Fundación GAAT (Colombia)
Fundación Mahuampi Venezuela (Colombia)
Grupo COMUNICARTE (Colombia)
MOSCTHA Trabajadores por una Comunidad más digna y humana (República Dominicana)
Organización Social Salvador – OSS (Uruguay)
Red de Jóvenes para la Incidencia Política – INCIDEJOVEN (Guatemala)
SURKUNA Centro de Apoyo y Protección de los Derechos Humanos (Ecuador)
Organizaciones regionales:
Artículo 19 México y Centroamérica
Foro Indígena Abya Yala – FIAY
Servicio Jesuita a Refugiados – Latinoamérica y el Caribe
Red de Mujeres Afrolatinoamericanas, Afrocaribeñas y de la Diáspora – Ecuador
Organizaciones internacionales:
American Friends Service Committee
Amnistía Internacional Américas
Centro de Derechos Reproductivos
Instituto Internacional sobre Raza, Igualdad y Derechos Humanos (Raza e Igualdad)
Synergia, Initiatives for Human Rights